Los alimentos súper energéticos

Los alimentos súper energéticos

Los alimentos súper energéticos

Frutos secos. Son los alimentos energéticos por excelencia. Contienen una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, además de minerales (magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio), superior al resto de las frutas y tienen poder antioxidante. A esto se suman importantes cantidades de proteína y fibra.

Es el alimento ideal para llevar siempre encima, ya que representa un combustible eficaz a cualquier hora del día. Se recomienda tomar un puñado al día y seleccionar los frutos secos crudos y sin salar. Es un alimento que aporta vitalidad y que, al mismo tiempo, tiene un gran poder saciante.

Verduras de hoja verde. Su color verde se debe a la clorofila. Estos alimentos son imprescindibles en la dieta diaria. Su escaso aporte de calorías y su importante contenido en vitaminas dan a las verduras de hojas verdes un alto valor energético. En su composición sobresalen las vitaminas A, C, B, E y K, los minerales como el hierro, magnesio, potasio y calcio, y su elevada cantidad de fibra. Algunos ejemplos de estas verduras son: las espinacas, la acelga, el apio, el brócoli, el berro, la coliflor, las coles, la rúcula, la lechuga, la escarola o la achicoria.

Chocolate amargo. Cuanto más puro, mejor. El chocolate es fuente de energía y mejora el estado de ánimo. La presencia de estimulantes en su composición hace de este alimento una buena elección para mantener la energía del organismo. El chocolate es un alimento rico en magnesio, potasio, fósforo y hierro, vitaminas A, E, B1 y B2, lípidos y proteínas. Sus moléculas contienen gran cantidad de energía.

Hidratos de carbono de absorción lenta. Éstos alimentos tienen la capacidad de liberar energía poco a poco, a medida que el cuerpo la necesita. El arroz, la papa, la pasta, el pan, las legumbres y la gran mayoría de cereales son alimentos ricos en hidratos de carbono que aportan la energía necesaria para el buen funcionamiento físico y psíquico del organismo.

Carne magra. Es decir, con poca grasa, la parte del animal con menos cantidad de grasa. La carne magra del cerdo y la vaca, el pollo sin piel y el pavo son una importante fuente de proteínas. Aportan una cantidad considerable de tirosina, un aminoácido que aumenta la concentración y el estado de alerta. Son carnes con una elevada cantidad de vitamina B12, que ayuda a combatir los estados de depresión y cansancio.