Los 7 Pecados Capitales de la Seguridad Alimentaria en Casa
Los 7 Pecados Capitales de la Seguridad Alimentaria en Casa

A continuación, te presentamos los 7 pecados capitales de la seguridad alimentaria que deberías evitar para garantizar comidas seguras, saludables y libres de riesgos.
1- Descongelar a temperatura ambiente
Este error es más común de lo que parece. Muchas personas sacan carnes o alimentos congelados y los dejan sobre la mesada durante horas para que “se descongelen solos". El problema es que esta práctica crea el ambiente perfecto para la proliferación de bacterias como la Salmonella o E. coli.
¿La solución? Siempre descongelar en la heladera, en el microondas con función específica o bajo agua fría corriente, en un envase cerrado.
2- Usar la misma tabla para todo
Cortar carne cruda y luego verduras en la misma tabla, sin limpiarla adecuadamente, es una receta para la contaminación cruzada. Las bacterias que puede contener la carne cruda pueden transferirse a otros alimentos listos para consumir.
Lo ideal: usar tablas diferentes (una para carnes y otra para frutas/verduras) o lavar con agua caliente y detergente entre usos.
3- No lavarse las manos al manipular alimentos
Parece obvio, pero muchos cocineros caseros olvidan este paso básico. Nuestras manos tocan múltiples superficies contaminadas durante el día: el celular, la llave, el dinero, el picaporte… Llevar esas bacterias a los alimentos puede causar enfermedades.
Regla de oro: Lavarse las manos con agua y jabón antes, durante y después de cocinar, especialmente después de manipular carne cruda, basura o ir al baño.
4- Guardar alimentos calientes en la heladera
¿Quién no lo hizo alguna vez? Pero colocar un recipiente aún caliente en la heladera puede elevar la temperatura interna y favorecer el desarrollo de bacterias en otros alimentos. Además, puede afectar el funcionamiento del refrigerador.
Lo correcto: dejar que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente por no más de una hora antes de refrigerarlos.
5- Reutilizar aceite demasiadas veces
El aceite reutilizado en exceso no solo pierde sus propiedades, sino que genera compuestos tóxicos que pueden ser dañinos para la salud. Además, aumenta el riesgo de mal sabor y de aparición de compuestos cancerígenos.
Recomendación: no usar el aceite más de 2 o 3 veces, filtrarlo bien, y si está muy oscuro o tiene olor fuerte, desecharlo.
6- Probar alimentos para ver si “todavía están bien"
Una cucharada para verificar si la leche cortada o el arroz de hace tres días aún sirven puede parecer inofensiva, pero es riesgosa. Algunos microorganismos peligrosos no alteran el sabor, color ni olor de los alimentos. Probarlos es exponerse innecesariamente.
Tip seguro: guiate por las fechas de caducidad, las condiciones de conservación y, ante la duda, mejor descartarlo.
7- Conservar sobras de forma inadecuada
Las sobras pueden ser una excelente forma de evitar el desperdicio, siempre que se conserven bien. Guardarlas en envases sin tapa, dejarlas mucho tiempo fuera de la heladera o recalentarlas varias veces son prácticas peligrosas.
Buenas prácticas: guardarlas en recipientes herméticos, refrigerarlas antes de las 2 horas posteriores a la cocción y recalentarlas solo una vez, asegurándote de que alcancen al menos 75 °C.