El desperdicio de alimentos en el mundo y su impacto medioambiental
El desperdicio de alimentos en el mundo y su impacto medioambiental
El desperdicio de alimentos a nivel mundial es un problema de gran envergadura con enormes costes financieros, éticos y medioambientales. Las causas van desde las carreteras llenas de baches hasta los clientes demasiado selectivos, pero independientemente de la causa, todos podemos arrimar el hombro para combatir este problema mundial
Se calcula que cada año se desperdician en el mundo 1.300 millones de toneladas de alimentos.
¿Qué es el desperdicio de alimentos?
La historia del desperdicio de alimentos está estrechamente ligada a la globalización. En un mundo cada vez más interconectado, las cadenas de suministro se alargan y todo está disponible en todas partes -mangos indios en Alemania y manzanas americanas en Indonesia- durante todo el año. En ese viaje, a menudo largo, de la granja a la mesa, los alimentos se pierden o se desperdician en cada etapa, y los alimentos frescos, como las frutas, las verduras, los lácteos y la carne, son especialmente vulnerables.
2 de las razones del desperdicio de alimentos son estas:
- Clientes que esperan encontrar estantes totalmente abastecidos.
Los compradores quieren muchas opciones, y los minoristas no quieren quedarse sin nada. Desgraciadamente, esta acumulación de productos en las estanterías fomenta el despilfarro, ya que es más probable que los productos lleguen a su fecha de caducidad cuando todavía están en las estanterías. En ese momento, los mercados deben deshacerse de los excedentes, y gran parte de ellos simplemente se tiran.
- Confusión en el etiquetado.
La interpretación errónea de etiquetas como "fecha de consumo preferente", "fecha de caducidad" y "fecha de caducidad" hace que los consumidores purguen sus frigoríficos de alimentos perfectamente comestibles. Lo que la gente no sabe es que las etiquetas de fecha no suelen estar reguladas por los gobiernos, sino que las fijan los fabricantes de forma arbitraria. En la UE, por ejemplo, "consumir preferentemente antes de" es simplemente la mejor estimación del fabricante sobre el tiempo que se espera que un producto conserve su calidad óptima, mientras que "consumir antes de" indica la fecha hasta la que debe consumirse el producto. Según la Comisión Europea, se calcula que el 10% los 88 millones de toneladas anuales de residuos alimentarios de la UE están relacionados con el etiquetado de fechas.
Cuáles son las consecuencias negativas relacionadas con el desperdicio de alimentos
Cuando se desechan artículos comestibles, no sólo se desperdicia comida. Considere todos los recursos necesarios para llevar los alimentos de la granja a su mesa: agua para el riego, tierra para la siembra, combustible para alimentar los vehículos de cosecha y transporte. Cuando un racimo de plátanos se cae de un camión o los dueños de los restaurantes llenan sus cubos de basura con comidas no consumidas, todos esos recursos se desperdician esencialmente junto con los alimentos.
El agua dulce es uno de los recursos más preciados de la Tierra, y el 70% ella se utiliza para fines agrícolas, como el riego de cultivos y el agua potable para el ganado.
¿Sabías que la producción de una sola manzana requiere una media de 125 litros de agua? Eso significa que tirar una manzana magullada equivale a tirar 125 litros de agua por el desagüe.
Las cifras de la carne son aún más asombrosas: 15.400 litros por un solo kilo de carne de vacuno. Según el informe de la FAO sobre la huella del desperdicio de alimentos, cada año se utilizan 250 km3 de agua -tres veces el volumen del lago de Ginebra- para producir alimentos que finalmente se pierden o se desperdician.
La tierra es otro de los bienes valiosos y limitados de la Tierra. El 28% la superficie agrícola mundial se utiliza para producir alimentos que finalmente se pierden o desperdician cada año. Esto no sólo provoca una degradación innecesaria de la tierra, sino que el desmonte para fines agrícolas es también una causa de deforestación, que elimina los hábitats de la fauna y flora silvestres y acaba con los árboles que absorben gases de efecto invernadero.
No sólo se utilizan petróleo, gasóleo y otros combustibles contaminantes para alimentar la maquinaria de producción y los vehículos de transporte, sino que los gases de efecto invernadero también son emitidos por los propios residuos alimentarios.
Los residuos que se pudren en los vertederos emiten metano, un potente gas de efecto invernadero 25 veces más eficaz para atrapar el calor que el dióxido de carbono.