Cómo dejar de comer emocionalmente y crear hábitos alimentarios saludables
Cómo dejar de comer emocionalmente y crear hábitos alimentarios saludables
Se llama "comida reconfortante" por una razón: algunos alimentos evocan recuerdos felices y ayudan a aliviar el estrés.
Sin embargo, los hábitos alimentarios saludables dependen de que sepamos distinguir entre un capricho ocasional y la alimentación emocional, que es cuando utilizamos la comida para sentirnos mejor. Si te das cuenta de que buscas un tentempié cuando no tienes hambre, puede que sea el momento de plantearte si estás comiendo emocionalmente.
Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para retomar el camino de los hábitos alimentarios saludables. Aquí tienes ocho consejos y trucos que puedes probar para dejar de comer emocionalmente.
1. Utiliza un diario de comidas
Anota lo que comes a lo largo del día para ser consciente de los alimentos que utilizas para alimentar tu cuerpo.
Es importante ser honesto con lo que comes (y con la cantidad). Incluso puedes hacer anotaciones sobre tu estado de ánimo antes de las comidas o los tentempiés, lo que te proporcionará un contexto adicional en torno a tu relación con la comida. Dejar de comer emocionalmente no es nada fácil, pero puedes lograrlo con constancia y esmero.
2. Muévete
El ejercicio es una parte fundamental de un estilo de vida saludable. También puede servir como una distracción productiva de los antojos, así que prueba a dar un paseo rápido la próxima vez que tengas el impulso de picar algo sin sentido.
3. Piensa en tu hambre
¿Tienes realmente hambre o sólo quieres comer? ¿Te retumba el estómago? Adaptarse a ser más consciente de las verdaderas necesidades de su cuerpo, en contraposición a lo que quiere por aburrimiento o ansiedad, se llama alimentación intuitiva. Esta es una gran manera de practicar tu forma de pensar sobre la comida y lo que significa para tu cuerpo. No sólo se trata de dejar de comer emocionalmente sino además de crear hábitos de buena alimentación.
4. Elimina la comida sin sentido
Siempre que sea posible, come sin otras distracciones, como la televisión o el smartphone. Esto te permite prestar toda tu atención a lo que comes y a cómo te hace sentir. Te darás cuenta de cuándo empiezas a sentirte lleno, lo que hace que sea más fácil dejar de comer emocionalmente una vez que te sientas saciado.
5. Encuentra un compañero para rendir cuentas
Desarrollar hábitos alimentarios saludables puede ser muy divertido si tienes a alguien que esté en el mismo camino. Pueden planificar las comidas juntos, intercambiar deliciosas recetas y responsabilizarse mutuamente.
6. No pienses demasiado
Cuando te centras en hacer dieta, contar calorías o privarte de los alimentos que son "malos", es mucho más difícil tomar decisiones más saludables. Te estresas y te agobias, lo que te quita la alegría de comer.
No tengas miedo de dejarte llevar y disfrutar de tus alimentos favoritos de vez en cuando. Si los disfrutas con conciencia y sin culpa, estarás un paso más cerca de ganar el control de tu alimentación emocional y así será posible dejar de comer emocionalmente.
7. Explora otros alimentos
Si siempre recurre a las galletitas, alfajores y dulces cuando te siente triste, o a las papas fritas, chizitos y cerveza cuando estás aburrido, intenta encontrar una alternativa nueva y más saludable la próxima vez que vaya a comprar al supermercado. Esto puede ayudar a romper la conexión emocional que tienes con algunos de tus aperitivos favoritos, y puede que descubras nuevos favoritos en el proceso.
8. Celebra las pequeñas victorias
La creación de buenos hábitos alimentarios no debe desesperarte porque piensasque es un reto demasiado grande. Ve paso a paso, se necesita paciencia para dejar de comer emocionalmente. A medida que aprendas a mantener tus antojos y tu alimentación emocional bajo control, siéntete orgulloso de ti mismo por el duro trabajo que supone desarrollar nuevos hábitos.